Padre Hugo Tagle

La cachetada de Will

Padre Hugo Tagle @HugoTagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 4 de abril de 2022 a las 04:00 hrs.
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“La violencia en todas sus formas es venenosa y destructiva”, posteó Will Smith en las redes, disculpándose por la bofetada al comediante Chris Rock en los Oscar 2022. “Mi comportamiento en los Premios de la Academia fue inaceptable e inexcusable”, añadió.

En efecto, la violencia a nada conduce. “La violencia termina haciendo mentirosa a la causa más justa”, nos dijo Francisco en su visita a Chile. La espiral de violencia en nuestras calles en su patético ceremonial de los viernes, desde el fatídico 18 de octubre, es un buen ejemplo de su inutilidad y cobardía. Nada bueno ha salido de ella. Los más pobres y vulnerables son los que han pagado sus costos. La diferencia es que Will Smith al menos dio la cara, sin máscaras, como las que ocultan la cobarde destrucción de barrios y comunas del país.

“La violencia es cobarde, explosión de lo más primitivo del ser humano. El mejor de los argumentos pierde legitimidad cuando se recurre a ella”.

Pero hay otro aspecto positivo: la reacción de la Academia. Por muy famoso y bueno que sea Smith – recordemos que nos salvó de los alienígenas en “Hombres de negro” –, ésta ya advirtió que le aplicará una sanción. Al final, el imperio de la ley, la exigencia del respeto a las normas, es garantía de buena convivencia, justicia y seguridad social. Sancionar a quien comete un delito es construir una sociedad digna.

La violencia es cobarde, explosión de lo más primitivo del ser humano. El mejor de los argumentos pierde legitimidad cuando se recurre a ella.

Pero también se debe condenar el bullying que sufrió su esposa. El verdadero humor busca reírse con el otro y no del otro. Cuando éste molesta u ofende, se debe parar de inmediato.

Burlarse, ridiculizar o humillar a otras personas a causa de sus errores, limitaciones, creencias, defectos físicos o de su apariencia es condenable y merece el repudio social e incluso una pena.

Pero de un hecho negativo se puede sacar algo bueno. En su película “Persecución de la felicidad”, el mismo Smith da cuenta de un espíritu resiliente, que aprende lecciones de los costalazos sufridos. Chris Gardner, protagonista de la historia, supera tragedias familiares, desempleo y golpes de la vida y, de paso, muestra que el amor entre padres e hijos es más fuerte que cualquier contrariedad.

No se trata solo de perseguir sueños, éxito, o luchar por lo que se quiere –desde la justicia y respetando los derechos de los demás-, sino de encontrar felicidad y paz interior en lo que se es, con el entorno, y con las personas que se aman. Ello posibilita una vida plena y con sentido.

Quédese con este segundo Will. Reconocer una falta, pedir perdón, nos engrandece. Una buena lección del Oscar.

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